¡Luz de Esperanza!

"Una mañana de verano, casi al amanecer, partieron un abuelo con su nieto a la feria de un pueblo vecino con una carreta cargada de su cosecha de granos para venderla en la feria. En el camino el abuelo vio un trozo de herradura en el suelo y le dijo a su nieto:

– Recoge este trozo de herradura, hijo.

El nieto le contestó:

– No merece la pena abuelo, es solo un trozo herradura

El joven nieto siguió caminando, pero el abuelo sin decir nada se agachó, recogió el pedazo de herradura y se lo guardó en el bolsillo. 

Llegaron a la feria donde intercambiaron su cosecha de granos por otros productos. 

Terminado el intercambio, cargaron la carreta con los productos que obtuvieron y antes de partir a su pueblo el abuelo pasó por la herrería, donde le dieron unas monedas por el pedazo de herradura con las que compró un racimo de cerezas.

Era mediodía cuando decidieron retornar a su pueblo. El sol abrasaba intensamente y el nieto tenía sed pero no se atrevía a pedirle cerezas a su abuelo. 

De pronto,  el abuelo tiró una cereza al suelo y el joven, sediento, se apresuró para recogerla y comérsela.

El abuelo fue tirando una a una las cerezas al suelo y el nieto se agachó a recogerlas, limpiarlas y calmar su sed.

Cuando llegaron a casa, el nieto le preguntó al abuelo por qué había tirado las cerezas una a una en vez de dárselas todas; a lo que el abuelo respondió:

– Si te hubieras agachado una sola vez para recoger el trozo de herradura, no hubieras tenido que agacharte tantas veces para comer del racimo de cerezas.."

Este relato es una adaptación de la parábola de las cerezas (Texto Bíblico). Que curioso no? Así son las oportunidades en la vida, a veces dejamos pasar lo más simple que se nos presenta, sin tomar en cuenta que esas pequeñas cosas pueden ser la solución a lo que en determinado momento necesitamos.

Diariamente enfrentamos distintos problemas o situaciones que nos llenan de temores, preocupaciones , estrés y que nos puede ir desviando hacia caminos difíciles de recorrer. 

Es como viajar tranquilo de día por la carretera despejada y de pronto te cae la noche, una densa neblina que no te deja ver bien y escasa iluminación que no te permite ver con claridad si estas en el camino correcto.

Pero, te has puesto a pensar que realmente siempre hay una luz de esperanza? Lo que necesitas es encontrar una motivación que te invite a descubrirla.

 

Hoy tengo 33 años y no había escrito en el blog desde el 27 de Diciembre del 2018. Sabes cuantas cosas me pasaron en este tiempo? recuerdas cuantas cosas te han pasado a ti en los últimos 2 años? 

Si estas aquí leyendo esto y tratando de recordarlo, es porque lograste ver una luz de esperanza y por la que día a día luchas.

Muchas cosas cambian en 2 años, yo aún sigo batallando en silencio pero con optimismo de que algún día para mí volverá todo a la normalidad, esa normalidad que no pude disfrutar mucho cuando era más joven porque vivía más en las clínicas y hospitales que en campamentos, viajes de promoción, reuniones o fiestas.

Esa normalidad en la que cualquier persona joven quiere para su vida. Parece que hay un patrón a seguir no?.. lo normal debería ser que terminas el colegio, luego viene la universidad, tu primer trabajo, el amor de tu vida, la familia, viajes, experiencias y momentos únicos a lo largo de tu vida.

Esa normalidad que te permite estar cerca de quienes amas, reir, disfrutar sin preocuparte y hasta sentarte a conversar frente a frente de la vida con quien más quieres.. y no por teléfono, un mensaje o una visita al hospital.

Esa normalidad es algo que a mi, como a muchas personas que lidiamos con algún mal o discapacidad, muchas veces nos hizo falta. 

Para nosotros, poco a poco se nos hizo costumbre visitar clínicas y hospitales más seguido que ver a un familiar; hacernos pruebas y esperar resultados era como esperar el estreno de la siguiente temporada de tu serie favorita en netflix. 

Una llamada por celular, mensaje de texto o correo era normal porque en situaciones de debilidad debías cuidarte con el menor riesgo posible. 

Y qué decir de algún tratamiento médico, aunque a veces pueda ser físicamente doloroso, siempre tenemos esa luz de esperanza que nos hace pensar que nos curaremos o tendremos la mejor calidad de vida.

Pero lo más difícil para quienes enfrentamos una situación médica, discapacidad o condición especial, es no saber contra qué batallas y cual es el pronóstico real de tu situación.

Eso que muchos hemos vivido, hoy lo vives tu.... lo vivimos todos, curioso no?.

Hoy todos estamos enfrentando un virus terrible (Covid-19) que coincidentemente nos ha llevado a tener una vida limitada. Debemos mantener distancia, tenemos miedo de visitar clínicas, hospitales o familiares y amigos. Las visitas físicas se convirtieron en llamadas virtuales o mensajes de texto y todos ansiamos recibir un tratamiento que responda ante este virus.

Todos queremos regresar a la normalidad de nuestras vidas y dejar atrás esta experiencia

Hoy, por un momento, el mundo tiene empatía con aquellas personas que buscan una normalidad desde hace muchos años, como tú, como yo, y no por un virus, sino por lo que nos tocó enfrentar.

Hace un tiempo, cuando empezó esto de la pandemia me preguntaron si no tenía miedo del virus, y mi respuesta fue SI, claro que le tenía miedo, pero yo ya había pasado por una experiencia similar de no saber contra qué te enfrentas o que tan terrible o mortal puede ser y ello me llevó a mantener calma para afrontar esta nueva batalla contigo y con todos.

Estoy muy seguro que lo mismo pasa contigo, seguramente recordarás ese momento tan difícil que te tocó vivir a lo largo de tu vida, y si no lo recuerdas, hazlo ahora y trata de recordar cómo lograste manejarlo o salir de ello, pues estoy seguro que en ese momento hubo una luz de esperanza.

Los caminos más difíciles de recorrer son los que requieren más esfuerzo para superar y hoy en día está en tus manos el hacer un esfuerzo para poder lograr salir de todo esto que nos rodea, no solo un virus, sino los problemas de nuestro día a día.

"Lo esencial es invisible a los ojos " -El Principito

¿Qué potente frase no? Te has puesto a pensar ¿qué es lo esencial para ti? 

Muchas veces actuamos como el joven de la fábula de los cerezos. Ese trozo de herradura terminó calmando su sed, que en ese momento era su necesidad, pero el joven no lo vio esencial en un principio y por ello le fue invisible. Al final, tuvo que hacer esfuerzos extras.

Busca dentro de ti lo que es esencial, en tus pensamientos, en tus recuerdos, en los momentos más bellos que hayas tenido y los que te hayan traído mucha paz , porque ahí podrás encontrar la respuesta a eso que no debemos perder en ningún momento: luz de esperanza.

Recuerda que no estas solo, hoy somos millones de personas que estamos contigo, que estamos a tu lado, que te abrazamos con todas nuestras fuerzas y todo nuestro amor para decirte que estamos juntos en esto y que pase lo que pase seguiremos batallando contigo y por ti.

Hace unos días, una persona a quien estimo mucho me decía que cuando uno hace algo por otros, aunque sea muy pequeño que cambie parte de su vida o forma de ver las cosas, podemos decir que somos felices... tiene mucha razón no? es una forma de trascender- como me dijo ella- y lo comparto contigo, para que tú también le recuerdes a alguien que no está solo, que estamos con el o ella.

Aleja los malos pensamientos y los temores, pues no son esenciales, por el contrario atrae a tu vida sentimientos como el amor, la unión y llénate de energía positiva pues ello te abrirá caminos y podrás ver las oportunidades que se te presenten. No te distraigas!

Toma tus miedos y llénalos de fuerza y optimismo! porque así estarás preparado para enfrentar cualquier batalla y para dar mensajes de aliento a quien lo necesite. Estoy contigo!

Convierte la soledad en empatía!, pues así podrás encontrar la fuerza que necesitas para superar el difícil momento que puedes estar pasando y ayudar a alguien más a superarlo. Tu puedes!

No tengas vergüenza de sentirte cansado, débil o triste!, pues todos en algún momento necesitamos descansar para volver a hacernos más fuertes e inquebrantables. No te rindas, sigue luchando!

No te distraigas ni alimentes los miedos viendo información que puede descargar tus energías o asustarte. Empieza a crear y compartir información con mensajes de esperanza y optimismo!

Se perseverante!, pues un día más de vida es una nueva oportunidad, vívela intensamente, la batalla puede ser larga, pero no será eterna!

¡Que nada te limite!, convierte un "no se puede" en un "lo lograré", siempre da todo lo mejor y bueno de ti hasta el último segundo, el cielo es el límite y el límite lo pones tú!

¡Ánimo Guerrero! convierte ese trozo de herradura en el racimo de cerezas que necesitas! 

" Que tu mayor motivación sea luz de esperanza en tu vida!!"

La vida es larga, el tiempo es corto. ¡A vivirlo!

Con Cariño

El Valiente Guerrero

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Dedicado a todos los guerreros que siempre han estado en batalla y por los que hoy se suman. No estás solo, estamos juntos y juntos saldremos adelante.

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Gracias a mi familia y quienes difunden mensajes de aliento y esperanza

Finalmente, gracias a tí, por leer esto, compartirlo y vivirlo.